Aunque puede que Chrome y Firefox te parezcan navegadores nuevos, la verdad es que ya no lo son. Chrome se lanzó hace casi quince años, y Firefox hará unos veinte. En este tiempo, ha nacido una nueva generación de navegadores, como Brave, que ponen más énfasis en la privacidad y la velocidad. ¿Pero cuál es el más rápido de todos?
En este artículo, te contaremos:
A nadie le gusta esperar cuando está en línea. Nos gusta que el navegador cargue las páginas, descargue el contenido que queremos y reproduzca nuestros vídeos favoritos a la velocidad del rayo. Sin embargo, para que esto ocurra, hay mucho trabajo detrás. Vamos a empezar comentando los factores externos (ajenos al propio navegador) y los internos (los que sí dependen del navegador) que afectan a su velocidad.
Entre los factores externos, el ancho de banda (el servicio que te da tu proveedor de red), la señal móvil, la cantidad de dispositivos conectados a una red y el uso que se les da, la potencia de tu ordenador, o la marca y antigüedad del sistema operativo que utilizas, entre muchos otros, pueden contribuir a que tu navegador vaya como una bala (o como una tortuga).
Entre los factores internos, hay varios que pueden afectar a la velocidad del navegador, pero los más importantes son el motor de diseño o de navegación y el motor de JavaScript.
Todos los navegadores tienen un “motor”. Es el núcleo del código base que los hace funcionar. Algunos tienen su propio motor, mientras que otros utilizan uno compartido que optimizan de forma personalizada. Los navegadores basados en Chromium, como Brave, comparten el motor de navegación de Blink. Mozilla usa Gecko; los navegadores de iOS, Webkit. Estos motores “dirigen” al navegador por la página web, es decir, determinan cómo y en qué orden se procesan los diferentes elementos de una página.
El orden de carga puede afectar a la velocidad de navegación, ya que los elementos de la página se cargan a diferentes velocidades y en un orden distinto en función del navegador. Además, algunos navegadores gestionan ciertos elementos mejor que otros.
JavaScript determina cómo interactúa un usuario con la página web. Por ejemplo, cuando rellenas un formulario en línea o pulsas un botón, JavaScript trabaja en segundo plano para que esas interacciones puedan ser posibles. Todos los navegadores usan un motor de JavaScript, pero no todos usan el mismo. Brave y otros navegadores basados en Chromium utilizan el V8.
Como ya hemos comentado, los navegadores más populares utilizan el mismo código base. Por ejemplo, Brave, Google Chrome, Microsoft Edge y Opera están basados en el lenguaje de programación abierta Chromium. Como comparten el código fuente, podríamos pensar que también son similares en diseño y funcionalidades. Sin embargo, pueden ser radicalmente diferentes en cuanto a rendimiento.
La velocidad de navegación de Brave deriva de su enfoque con respecto a la privacidad en internet, que es totalmente novedoso. Al bloquear anuncios y rastreadores de terceros, optimiza el proceso de carga de sitios web. Esto se nota especialmente en conexiones de red lentas o en equipos antiguos. A esta prestación, vienen asociadas dos ventajas principales que afectan directamente a la velocidad con la que navegas:
Uso de ancho de banda reducido: Brave mantiene a raya los anuncios de terceros y los rastreadores para no tener que cargarlos cuando abres una página. De esta forma, utiliza menos ancho de banda (es decir, se reduce el intercambio de datos que tiene que hacer tu conexión a internet), lo que permite que las páginas se carguen más rápido.
Uso de CPU reducida en JavaScript: JavaScript se ejecuta automáticamente mientras navegas, dado que es un elemento fundamental para que la mayoría de las páginas funcionen. Brave no elimina las funciones de JavaScript, pero ejecuta menos scripts mediante el bloqueo de anuncios de terceros y rastreadores.
Con el tiempo, estos dos factores podrían ahorrarte cientos de horas de espera, un tiempo que de otro modo perderías esperando a que se cargasen las páginas. Y lo mejor de todo es que Brave te lo calcula en una estimación de tiempo de ahorro. Así, podrás comprobar fácilmente cómo Brave gana en velocidad si lo comparamos con Google Chrome, a pesar de que ambos comparten el mismo código base.
Para elegir el navegador más rápido, debes tener en cuenta lo siguiente:
La velocidad no es el único factor importante en el reino de los navegadores; la privacidad también lo es, así que asegúrate de tener en cuenta ambos factores cuando vayas a cambiarte de navegador. Algunos navegadores, como Tor, se centran en la privacidad, pero también pueden llegar a ser complejos de configurar y bastante lentos a la hora de navegar. Chrome puede que sea algo más rápido, pero no frena los anuncios de terceros ni los rastreadores, y cojea en la privacidad. Un navegador como Brave une lo mejor de ambos mundos, ya que combina la velocidad con una privacidad mejorada.
Todos los navegadores tienen una serie de funciones y una personalidad particular. Algunos están optimizados para jugar en línea; otros, para usar el correo electrónico y las aplicaciones. Brave, por ejemplo, ofrece videollamadas privadas, una cartera de criptomonedas nativa, un motor de búsqueda independiente con total privacidad y hasta listas de reproducción sin conexión. Y, por supuesto, proporciona una velocidad mejorada de forma predeterminada. Todo esto sin que tú tengas que configurar nada adicional. Busques lo que busques, comprueba las funciones que incluye un navegador antes de descargártelo.
Por lo general, los navegadores más rápidos son también los más recientes. Por tanto, elijas el que elijas, asegúrate de utilizar uno moderno (es decir, uno más reciente que Internet Explorer) y al que la empresa que lo creó siga dando soporte.
Si mejoras tu conexión a internet, inviertes en un equipo nuevo o descargas un navegador optimizado, es probable que notes una gran mejora en la velocidad. Si ya lo has hecho, también puedes:
El simple gesto de hacer un poco de limpieza en línea puede suponer un gran cambio en tu velocidad de navegación. Empieza por cerrar algunas pestañas del navegador para reducir la carga, especialmente si tienes abiertos sitios que consumen muchos recursos, como YouTube. De igual forma, cierra todas aquellas ventanas que no estés usando.
Si las usas bien, las extensiones del navegador pueden ser de gran ayuda. Sin embargo, recuerda que todas consumen recursos y que instalar demasiadas puede ralentizar el rendimiento.
Para navegar como una bala, deshazte de extensiones antiguas y piénsatelo bien antes de añadir alguna nueva.
(Además, ten en cuenta que algunos navegadores, como Brave, incluyen funciones para bloquear anuncios que te evitan la necesidad de tener que instalar extensiones).
Independientemente del navegador que uses, asegúrate de tenerlo siempre actualizado. Las nuevas versiones incluyen revisiones de seguridad y mejoras de rendimiento esenciales. Lo más normal es que el navegador te avise cuando haya una nueva versión disponible, pero también puedes comprobarlo por tu cuenta en la página principal o en la de descarga del navegador.
Ya hemos comentado los factores que pueden ralentizarte a la hora de navegar y qué puedes hacer para corregirlos, así que ahora vamos a examinar cuál es el navegador más rápido en función del sistema operativo que utilices.
Edge es la opción predeterminada para muchos de los productos de Windows. Sin embargo, Brave, Chrome y Opera también son compatibles. Y dado que Edge incluye bastantes anuncios, conviene plantearse cambiarlo. Como ya hemos comentado, el bloqueo de anuncios predeterminado de Brave supone una ventaja frente a otros navegadores Chromium. Brave es el doble de rápido que Edge en Windows.
Los dispositivos Android son compatibles con varios navegadores. No obstante, al igual que ocurre con Windows, Android Brave es el claro ganador, ya que es exponencialmente más rápido y ofrece las mejores ventajas en cuanto a privacidad.
Safari es la opción predeterminada para todos los productos de Apple. Sin embargo, Brave, Chrome, Edge y Opera también son compatibles con iOS y Mac. Además, como ahora los usuarios de Apple pueden cambiar el navegador predeterminado, pasarse a una mejor alternativa es un aspecto que hay que valorar.
Brave ofrece las funciones de seguridad avanzadas que le faltan a Safari. Y, al estar basado en Chromium, su integración con las aplicaciones populares de Google, como Gmail y Documentos de Google, es mucho mejor (y la privacidad que ofrece tampoco tiene rival). Por tanto, si estás buscando una opción que priorice tu privacidad y mejore tu velocidad de navegación, puede que combinar Brave con tu dispositivo Apple sea tu mejor baza.
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