¿Qué es PLA?
PLA significa “prevención del lavado de activos.” El término se refiere a las prácticas que las instituciones financieras—como bancos y servicios de pago—utilizan para asegurarse de que el dinero de sus clientes no proviene de actividades ilegales. Los reguladores financieros requieren que las instituciones tengan una robusta PLA, como parte de sus esfuerzos para combatir el crimen financiero.
Por lo general, solo te encontrarás con las prácticas de PLA directamente cuando pases por una verificación KYC. El resto del tiempo, los bancos y los servicios de pago están monitoreando constantemente tus transacciones en busca de actividad sospechosa en segundo plano.
¿Qué es el lavado de dinero?
El lavado de dinero es el proceso de disfrazar el dinero que proviene de actividades ilegales, haciéndolo parecer legítimo. Existen una amplia variedad de técnicas, pero todas siguen el mismo esquema general: introducir el dinero en el sistema financiero de una manera que evite levantar sospechas (llamado “colocación”), seguido de mover el dinero alrededor en una serie compleja de transacciones para dificultar el rastreo del origen (llamado “estratificación”).
El lavado de dinero es un delito en sí mismo, separado del delito que produjo el dinero. Las personas y organizaciones acusadas de delitos a menudo también son acusadas de lavar el dinero resultante. Es posible ser condenado por lavado de dinero sin ser condenado por el delito subyacente que generó el dinero.
¿Por qué es importante la PLA?
Las prácticas de PLA están destinadas a disuadir la actividad criminal a gran escala, dificultando que los criminales utilicen el sistema financiero para manejar los ingresos del crimen. La idea es que hacer más difícil o arriesgado gastar grandes cantidades de fondos obtenidos ilegalmente reducirá los incentivos financieros para la actividad criminal y, con suerte, reducirá la actividad criminal en general.
La PLA hace que el sistema financiero sea inhóspito para los criminales, haciendo más probable que sean atrapados por las autoridades, o posiblemente negándoles el servicio por completo.
¿Cuáles son las prácticas de PLA?
Las prácticas de PLA varían en diferentes países y organizaciones, pero generalmente involucran la detección de actividad sospechosa que podría considerarse colocación o estratificación, y la notificación de dicha actividad sospechosa a las autoridades. Un ejemplo de dicha actividad sospechosa es un cliente que recibe un pago mucho mayor que cualquier otro que haya recibido antes, o que recibe pagos de muchas cuentas diferentes con las que nunca ha realizado transacciones antes.
Si la actividad de un cliente levanta sospechas, una institución como un banco podría reportarlo a las autoridades, o dejar de prestar servicios.
Preocupaciones sobre la privacidad
Los reguladores financieros generalmente toman la posición de que su interés en detectar y prevenir el crimen financiero tiene prioridad sobre la privacidad individual. Llevar a cabo una PLA efectiva requiere que las instituciones financieras, como bancos y servicios de pago, recolecten y retengan mucha información sobre las personas y su actividad financiera. Las personas generalmente tienen poco control sobre qué datos recolectan las instituciones (es decir, a menudo no pueden optar por no participar en la recopilación de datos), cómo se utilizan esos datos, quién tiene acceso a ellos, o cuánto tiempo se conservan.
Esta privacidad reducida es inevitable en el sistema financiero actual; cualquier banco o servicio de pago debe tener un programa de PLA para poder operar y hacer negocios con otras instituciones financieras.